La agresividad es uno de los problemas más comunes que tenemos con nuestros felinos. Afecta más que todo a gatos que viven en interiores y no son debidamente estimulados por sus dueños al no relacionarlos con frecuencia con el exterior.
Existen diferentes motivos por las que un gato se puede volver agresivo, si no se comprenden las causas de este comportamiento le podemos dar un mal manejo a la situación y complicarla a un más y la convivencia con tu peludito se puede tornar hostil.
No es fácil adaptar a un gato a nuestras muestras de amor, cualquier caricia o contacto físico que quieras tener con ellos es a su tiempo. Esto puede responder a la naturaleza independiente y territorial del felino, cómo propietarios les debemos dar su espacio.
Los gatos utilizan la agresividad como estrategia para alejar todo aquello que les molesta o les resulta amenazador ya sean personas animales y objetos. Los felinos pueden actuar de manera agresiva en diferentes circunstancias como defenderse de otro gato o liberarse de las caricias de alguna persona.
¿Qué puede causar la agresividad?
Los gatos suelen ser agresivos en situaciones muy concretas, con esto te está avisando que hay circunstancias, o estímulos que no le gustan y lo demuestran reaccionando de manera agresiva. Ellos utilizan los mordiscos y los arañazos para atacar ya sea por miedo o por defender su territorio.
También existen otros motivos por el cual un gato puede reaccionar agresivamente, como la defensa por su alimento o porque siente dolor en alguna parte de su cuerpo y no desea que lo toquen. Sea cual sea el motivo hay que estar pendientes de las señales de alerta.
Por lo generar los gatos demuestran su estado de ánimo con su postura corporal, lo que puede hacer más que puede hacer más fácil entender la situación que se aproxima. Entre los más comunes está el siseo, expresiones faciales, el cuerpo arqueado, posición de orejas, entre otros.
La agresión entre gatos es una de las primeras razones por la que un gato demuestra su agresividad, la lucha de poder por ganar territorio y los roles que cada uno cumple en el hogar son las principales razones por la que los felinos pelean entre sí.
La agresión por miedo puede ocurrir cuando el gato se siente amenazado y siente que no puede escapar de esa amenaza. La mejor forma de lidiar con esta conducta, es identificar las situaciones que le producen que se comporten de esa manera y alejarlos de ellos.
La agresión por juego la sufren los dueños con sus gatos, ya que los felinos no miden su fuerza y agilidad y en algún momento los juegos pueden tornarse un poco bruscos y arañan y muerden a sus dueños sin premeditarlo.
Una de las agresiones más peligrosas que los gatos pueden llegar a tener es la agresión redirigida, es probablemente una de las más violentas y comunes y los ataques suelen ser descontrolados y peligrosos. Esto sucede cuando un gato es motivado a la agresión por una persona o animal.
La agresión por miedo puede ocurrir cuando el gato se siente amenazado y siente que no puede escapar de esa amenaza. La mejor forma de lidiar con esta conducta, es identificar las situaciones que le producen que se comporten de esa manera y alejarlos de ellos.
La agresión por juego la sufren los dueños con sus gatos, ya que los felinos no miden su fuerza y agilidad y en algún momento los juegos pueden tornarse un poco bruscos y arañan y muerden a sus dueños sin premeditarlo.
Una de las agresiones más peligrosas que los gatos pueden llegar a tener es la agresión redirigida, es probablemente una de las más violentas y comunes y los ataques suelen ser descontrolados y peligrosos. Esto sucede cuando un gato es motivado a la agresión por una persona o animal.
¿Cómo tratar un gato agresivo?
Con los gatos en muy complejo tratar la agresividad, porque no es una situación que la podemos arreglar con castigos o premios. Lo principal es que contactemos un etólogo especialista en comportamiento felino para que estudie el caso y establezca un tratamiento adecuado.
Evítale a toda costa las situaciones conflictivas, entre más alejado este de las cosas, personas o animales que le causen ese comportamiento será mejor para el felino y para su dueño. De esta manera habrá menos posibilidades de que fije este comportamiento y se acostumbre a arañar.
Si tu michi es agresivo no lo molestes cuando esté comiendo o haciendo sus necesidades. Aprende a leer el lenguaje corporal de tu gato para que no se escapen las señales que indican que está a punto de demostrar su agresividad.
No permitas que tu gato se acostumbre a morderte, este comportamiento puede ser normal mientras dure el juego, pero puede convertirse en un hábito nada recomendable. Al utilizar las manos para jugar con tu gato el la puede ver como una presa e intentará cazarla.
Si quieres crear un vinculo afectivo con tu gato y jugar con él, se recomienda utilizar juguetes u otros objetos adecuados que cubran la necesidad de satisfacer el instinto natural de caza del felino. Si tienes dos gatos en casa y mantienen en pelea, sepáralos mientras buscas ayuda.