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Diferencias entre un perro de ciudad y un perro de campo

El mundo animal no se salva de los contrastes, así como hay personas que viven en la ciudad y otras en el campo estas tienen mascotas que los acompañan en estas aventuras de vida completamente diferentes. Unos en el bullicio de la ciudad y otros en la tranquilidad de la naturaleza.

Hay diferencias enormes entre un perro de ciudad y uno de campo y estás radican en el tamaño, el carácter, la alimentación y la morfología. Algunas razas están hechas para vivir en espacios más amplios y calmados, mientras que otras se adaptan a espacios reducidos. 

Todos los perros por lo general se adaptan fácilmente al entorno que les corresponde, algunos con mucha más facilidad que otros por su raza. Los perros de tamaño mediano y grande necesitan de espacios más amplios para sentirse cómodos para poder correr y jugar sin limitaciones.

Los perros que viven en la ciudad y en el campo son iguales en su especie, pero diferente en cuanto a comportamiento y sobre todo por sus motivaciones y condiciones vitales, también por su estado corporal e incluso las enfermedades cambian en su orden de importancia.  

Un perro de ciudad convive más con el núcleo familiar, las personas los educan de una manera más humanizada y el perro en ocasiones deja de ser perro para convertirse en un niño consentido, aunque esto no se debería hacer porque estaríamos perjudicando el estado emocional de nuestro perro.

Diferencias más comunes

Un perro que vive en el campo está rodeado de diferentes animales ya sea de ganadería o de granja, en cambio un animal de ciudad es un perro que socialmente no está en constante interacción con otro tipo de animales más que con los humanos que lo rodean.

El perro de campo pasa mucho tiempo fuera de casa, por lo tanto, su capacidad de adaptabilidad al entorno que habitan es mucho más alta que la de un perro de hogar. Ya que se vuelven independientes de sus humanos para sobrevivir en cualquier hábitat.

Las condiciones de vida de un perro de la ciudad son mucho más favorables por las comodidades que se le proporciona como camas juguetes y más, en cambio un perro de campo duerme en el suelo y sus juguetes son los palos y lo que se encuentren por ahí tirado.

La alimentación también es muy diferente, a los perros de campo se les acostumbra a dar los sobrados de comida que dejan los que habitan la casa. Al contrario a los perros de ciudad se les proporciona una alimentación adecuada de acuerdo a su raza, peso y tamaño.

Los perros que viven en el campo son más fuertes y resistentes, tienen buena capacidad mental y son más agiles y activos. Un perro de ciudad no tendría la misma capacidad de reacción si se encuentra en una situación similar a la de un perro de campo.

Un perro de campo vive su día a día sin preocuparse por nada, no sufren de estrés o ansiedad por separación. Les encanta caminar, explorar su alrededor y olfatear todo lo que puedan y no se enferman con facilidad

Estado de salud en los perros de campo y los perros de ciudad

Al igual que sucede con las personas el ambiente de la naturaleza resulta muy saludable para los caninos, en este sentido los perros de campo suelen tener una esperanza de vida más alta que los perros de ciudad. Todo se debe a que en el campo no hay mucha contaminación.

Al no estar en un lugar tan contaminado los perros de campo no inhalan esas sustancias malignas para su cuerpo, también realizan más ejercicio y son más activos que aquellos canes que están todo el día encerrados en un apartamento.

Para los perros de ciudad es necesario encontrar actividades que le permitan a la mascota correr y realizar un poco de ejercicio, el estado corporal refleja lo que hacen y comen. Los caninos urbanistas tienden a sufrir de sobrepeso por su vida sedentaria.