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Convulsiones en perros, lo que debes saber

Las convulsiones en perros se dan a causa de una actividad anormal en el cerebro, o en las neuronas de la corteza cerebral. Esta condición puede afectar a una región específica del cerebro, (convulsión parcial) o a todo el cerebro (convulsión generalizada).

Las convulsiones más frecuentes que se dan en perros y en gatos son la generalizada, que tiene dos fases la tónica y la clónica. La tónica es la primera parte de la convulsión, en esta fase se genera una contracción generalizada de los músculos y hay una pérdida de conciencia.

Al estar inconscientes en el suelo la mascota toma una posición de lado con las extremidades extendidas y el cuello echado para atrás, es usual que babee fuera de lo normal, se orine y defeque. Esto puede durar alrededor de un minuto.

Lo que sigue es la fase clónica, dónde el perro empieza a realizar movimientos asemejándose a pedaleos y movimientos constantes y repetidos con la mandíbula y las extremidades. El canino puede estar en esta condición por lo menos dos minutos.

Causas de las convulsiones en perros

Existen diferentes causas por las que un perro puede sufrir de convulsiones y el cuerpo puede estar reaccionando o dando una alerta a algo que no anda bien. Hay convulsiones reactivas las cuales son provocadas por el desarrollo de tumores, toxinas, enfermedades hereditarias o traumas.

Las convulsiones se definen como primarias y secundarias, las primarias son las que tienen una causa idiopática, es decir la causa no es identificable y se diagnostica como epilepsia canina. Las secundarias o estructurales aparecen como consecuencia de una anormalidad cerebral.

Hay que tener en cuenta que hay factores que también influyen al momento de que se genere una convulsión en un perro, por ejemplo, la edad, si ha sufrido algún golpe, por intoxicación, por causas metabólicas, por algún fallo hepático, o por causas congénitas.

Existen enfermedades infeccionas que pueden darle origen a las convulsiones. Algo que puede suceder durante la enfermedad o como secuelas después de la infección, la más común y conocida es el moquillo canino que se da comúnmente en cachorros sin vacunar.

Síntomas

Existen síntomas característicos que nos dan señales de que una mascota sufre de convulsiones, en primera fase la mascota va a tener cambios de conducta, agitación, temblores, pérdida de conciencia, movimientos involuntarios y parálisis completa. La mayoría de estos ataques epilépticos ocurren repentinamente y duran apenas unos minutos. 

Los síntomas varían dependiendo el área del cerebro afectada, las convulsiones focales solo afectan a la mitad del cerebro y se ajustan a una región especifica. Lo primero que debemos hacer en este tipo de situaciones es mantener la calma y asegurarnos que no haya nada alrededor que pueda lastimarlo.

Al momento que observemos que nuestra mascota está entrando en esta crisis, lo que debemos intentar hacer es posicionarlo de forma que no se golpee contra los muebles u objetos o evitar que se caiga y se golpee de manera violenta en la cabeza.

Debemos tomar el tiempo que dura la crisis, prestando atención si supera los tres minutos, ya que las crisis graves y largas pueden resultar mortales. En estos casos es mejor llamar al veterinario para que nos indique que hacer.

Tratamiento

Antes de empezar un tratamiento epiléptico hay que tener en cuenta que ningún tratamiento eliminará por completo los ataques, pero si disminuirá la cantidad, la gravedad y las complicaciones post convulsiones. La idea con el tratamiento es aumentar el periodo entre ataques.    

Con el tratamiento para las convulsiones se mejorará la calidad de vida de las mascotas, al mismo tiempo que los propietarios tendrán un parte de tranquilidad. Hay una lista larga de fármacos utilizados para el control de la epilepsia.

Pero antes de suministrar cualquier medicamento, debemos verificar las causas de las convulsiones. Esto lo podemos hacer realizando los respectivos exámenes que el médico veterinario recomiende, una vez establecida una terapia se deben realizar mediciones periódicas de la cantidad de fármacos presente en sangre para determinar si la medicación es correcta.

Cuando empecemos con el tratamiento para las convulsiones de nuestro perro debemos ser constantes y suministrarle diariamente la medicación para tener resultados positivos. Serán necesarias reevaluaciones y existirán riesgos de contraindicaciones, además de presentarse situaciones de emergencia.

Hay que tener en cuenta que todos los animales son diferentes y que las convulsiones tienen causas distintas. El medicamento que le sirve a otro perro puede ser que no le sirva a nuestra mascota. De esta manera se recomienda no automedicar a nuestros perros y gatos en el tratamiento para las convulsiones.