El embarazo psicológico en perras es más común de lo que pensamos, es un estado que puede aparecer unas semanas después del celo. Las perras creen estar embarazadas y su cuerpo y mente empiezan a generar cambios que le hacen creer aún más esta situación.
La pseudogestación como también se le conoce al embarazo psicológico en perras, es una condición o estado fisiológico, surge de un desajuste hormonal que sufre la hembra después de estar en celo. Este tipo de desajustes provocan cambios fuertes en su comportamiento tanto físico como psicológico.
En estos casos la perra siente y cree realmente tener los síntomas de un embarazo real lo que incluye en muchos casos la secreción de leche por las mamas y otros síntomas de un embarazo real. Esto suele pasar incluso cuando la perra no ha sido montada por un macho.
Causas
la hormona progesterona mantiene un embarazo después del apareamiento entre dos perros, pero el nivel de esta hormona desciende tras el celo en las perras no apareadas. La reducción de progesterona hace que el cuerpo crea que ha habido un parto y se produce un aumento de prolactina.
La hormona prolactina estimula las glándulas mamarias para que produzcan leche, pero no todas las perras creen estar en este estado, se cree que la rápida caída de progesterona y la elevada concentración de prolactina pueden provocar el embarazo psicológico en las perras.
Síntomas
Los síntomas del embarazo psicológico en perras pueden variar y aparecen entre tres y doce semanas después del celo y pueden durar varias semanas. Algunas perras el único síntoma que tienen es la producción de leche, sin embargo, este estado también les puede afectar el comportamiento.
Algunas perras construyen un refugio para los cachorros que creen que nacerán y se vuelven muy apegadas a sus humanos, también puede haber un aumento del tamaño del abdomen y de las mamas. Otras perras adoptan juguetes y los tienen en su cama y los cuidan como si fueran sus cachorros.
En otros casos menos comunes las perras se ponen inquietas y nerviosas e incluso pueden llegar a tener señales de parto imaginario. En muchas ocasiones también se da el caso en que la perra deja de comer o no quiere salir a la calle a pasear por no dejar a sus cachorros solos.
Debemos estar muy atentos si nuestra perra sufre de algunos de estos síntomas, aunque parece un estado que no afectará a nuestra mascota la verdad es que sí le puede perturbar su nivel emocional. En estos casos se recomienda hacerlas revisar por un médico veterinario.
Tratamiento
Dependiendo de como se desarrolle el embarazo psicológico en las perras se determinará si se necesita un tratamiento o no, lo normal es solo acudir al veterinario en casos muy graves. Si los síntomas solo incurren en un cambio de comportamiento lo que podemos hacer es distraer y apoyar a nuestra mascota.
Si a nuestra perra se le da por acumular juguetes, lo mejor es quitárselos para que no se obsesione y en cambio la podemos sacar más a menudo al parque para que corra y juegue y se le olvide su supuesto embarazo.
No debemos permitir que nuestra perra se lama las ubres ya que esto puede provocar que se le hinchen y estimula la producción de leche, si no lo podemos evitar podemos ponerle una camiseta o un collar isabelino para que no tenga posibilidad de tocarse las mamas.
Si se produce un embarazo psicológico intenso seguidamente podemos considerar castrar a nuestra perra, no obstante, la castración no se puede hacer durante el embarazo psicológico, si no durante el anestro, que es la fase de reposo hormonal del ciclo.