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Cálculos renales en gatos

¿Sabías que a nuestros gatos también le dan cálculos renales?, esta es una enfermedad que no solo les da a los humanos pues nuestros michis también sufren de este mal. Los cálculos renales, también llamados urolitos, son pequeñas piedrecitas que se forman en su tracto urinario.

La acumulación excesiva de minerales es la causa de la formación de estas piedrecitas y existen de dos tipos de cálculos. Están los tipos estruvita generados por elevadas concentraciones de magnesio o fósforo con un pH de la orina alcalino y los cálculos de tipo oxalato.

Los cálculos de tipo oxalato se provocan por altos niveles de calcio y de oxalato en la orina del gato. Los cálculos renales pueden llegar a obstruir los conductos del felino impidiéndole orinar con tranquilidad y provocando un fuerte dolor, de igual manera, esto puede producir infección de orina.

Los gatos machos son más propensos a sufrir de cálculos y es posible que a partir de los cálculos renales se desencadenen otros problemas de salud en tu michi. Incluso puede provocarle la muerte si no se detecta a tiempo al producirse un fallo renal.

¿Qué provoca la aparición de cálculos renales?

Hay algunos factores que pueden desarrollar los cálculos renales en tu gato, uno de esos es la predisposición genética ya sea por la raza o por herencia. El género también influye mucho, es más común en los machos que en las hembras.

La edad también tiene mucho que ver, ya que a partir de los 5 años los felinos son más propensos a sufrir de esta enfermedad. Los medicamentos y su uso prolongado pueden traer fallos renales y urinarios y la falta de agua también provoca un fallo en los riñones.

Hay que prestarle mucha atención a la alimentación, porque cuando el alimento de nuestro gato es alto en carbohidratos, magnesio, fósforo o calcio se puede llegar a desarrollar los cálculos, y por último, las infecciones urinarias que provocan la aparición de piedritas en los riñones.

¿Cómo se detectan los cálculos?

Para saber si tu michi está sufriendo de cálculos hay que estar pendientes de cuando vaya a orinar, si ves que se queja mucho, está inquieto, nervioso, orina con mucha frecuencia y ves sangre en la orina probablemente esté sufriendo de esta enfermedad.

Otros síntomas más comunes son: vómitos, tristeza, falta de apetito y que se lama mucho sus partes genitales. Para empezar a tratar esta enfermedad hay que visitar al médico veterinario para hacerle pruebas, palparle el abdomen para detectar dolor y bultos o hinchazón en la zona.     

El veterinario determinará si es conveniente realizarle una radiografía que permita analizar los riñones, vejiga y todo el sistema urinario en busca de depósitos de minerales. También se puede hacer un análisis de orina que permita detectar infecciones.

Tratamiento

El tratamiento para los cálculos renales dependerá de la acumulación de minerales que esté afectando al felino y lo avanzada que esté la enfermedad. Ya el médico veterinario determinará cuál es el mejor tratamiento para tu gato.

En casa podemos empezar con un cambio de dieta, existen alimentos secos formulados especialmente para tratar afecciones renales. Pero la mejor opción son los alimentos húmedos, porque traen una mayor cantidad de agua y ayudan a diluir los minerales acumulados en la orina.

Existen varios tratamientos a los que el médico puede recurrir, cómo la eliminación de los depósitos de minerales, se utiliza un catéter para limpiar los cálculos de la zona de la vejiga. Es un procedimiento incómodo pero de rutina en estos casos.

Otra opción para tratar un gato con cálculos son las intervenciones farmacológicas, pero todo depende de la gravedad y lo avanzada que esté la enfermedad. En el último de los casos se recurrirá a una intervención quirúrgica para extraer los cálculos renales de la vejiga.