Combinar cuido con comida casera es una práctica cada vez más común entre los tutores de perros y gatos. La idea de ofrecer una alimentación más variada y “natural” parece una buena opción, pero no siempre lo es. Antes de mezclar estos dos tipos de dieta, es importante entender los riesgos, beneficios y precauciones que se deben tener en cuenta para garantizar una nutrición equilibrada.

¿Por qué algunos tutores mezclan ambas dietas?
Existen varias razones por las cuales se decide combinar concentrado (alimento comercial) con preparaciones caseras:
- El animal es selectivo con la comida y no quiere comer solo concentrado.
- Se busca “complementar” la dieta con alimentos más frescos o naturales.
- Se intenta aumentar el apetito del animal.
- Hay una intención de ofrecer una alimentación más casera o menos procesada.
Aunque la intención suele ser positiva, mezclar sin supervisión genera más problemas que beneficios.
Lo que debes tener en cuenta antes de mezclar
1. Desbalance nutricional
El concentrado ya está formulado para cubrir los requerimientos nutricionales diarios. Al agregar comida casera sin control, se puede generar un desequilibrio en la proporción de proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Esto puede derivar en deficiencias o excesos nutricionales, sobre todo si se repite con frecuencia y no está supervisado por un veterinario especializado en nutrición.
2. Diferencias en la digestión
El concentrado y la comida casera tienen diferentes tiempos de digestión. Mezclarlos en un solo plato puede dificultar el proceso digestivo y causar síntomas como:
- Gases
- Distensión abdominal
- Diarrea
- Vómitos
En algunos casos, los animales desarrollan intolerancia o rechazo hacia uno de los dos tipos de alimentos.
3. Riesgo de sobrepeso
Agregar comida casera al concentrado sin reducir la cantidad de este último puede llevar a un exceso de calorías, lo que aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad, especialmente si la mascota no tiene suficiente actividad física.

¿En qué casos se puede hacer y cómo hacerlo correctamente?
Sí es posible ofrecer una dieta mixta, pero debe hacerse con orientación profesional. Para lograrlo de manera segura:
- Consulta con un veterinario nutricionista. Solo un profesional indica las proporciones adecuadas según el peso, edad, estado de salud y nivel de actividad del animal.
- Usa ingredientes seguros. Pollo cocido, arroz blanco, zanahoria cocida, calabaza, pavo o huevo cocido pueden ser opciones, pero en cantidades controladas.
- Evita alimentos peligrosos. Cebolla, ajo, sal, embutidos, huesos cocidos, chocolate y grasas animales deben estar totalmente prohibidos.
- No improvises ni sigas recetas sin respaldo profesional. Lo que funciona para un animal puede no ser adecuado para otro.
Alternativas si se busca variedad
Si el objetivo es ofrecer variedad o mejorar el palatabilidad del concentrado, existen otras alternativas más seguras:
- Alimentos húmedos formulados (enlatados o pouch) que complementan la dieta.
- Snacks saludables diseñados especialmente para animales.
- Suplementos nutricionales aprobados por veterinarios.
Mezclar concentrado con comida casera puede ser una opción válida, pero requiere supervisión profesional para evitar problemas digestivos y nutricionales. Lo más importante es ofrecer una alimentación balanceada que garantice la salud y el bienestar del animal a largo plazo.
Antes de hacer cualquier cambio en la dieta, lo más recomendable es consultar con un veterinario especializado en nutrición animal.
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