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¿Qué enfermedades debo tener presente si tengo un bulldog?

Si piensas en adoptar o comprar un bulldog debes preguntarte: ¿Qué enfermedades debo tener presente si tengo un bulldog?

Sabemos que esta raza de perro es hermosa. En la actualidad, es un tipo de can muy buscado por su carisma, su cuerpo regordete, tranquilidad y tamaño. Sin embargo, muchos veterinarios presentan quejas por los numerosos casos de bulldogs que les llegan con diferentes enfermedades.

A nivel óseo, en el caso del bulldog inglés, sufren de displasia de cadera y cojera en las patas traseras. Debes tratar el problema a tiempo para que su movilidad no se afecta de forma permanente. Los principales síntomas son: dolor y cojera constante al movilizarse.

Tanto el bulldog francés como el inglés tienen tendencia a sufrir de disfunciones respiratorias, causadas por problemas físicos como un paladar blando y largo, además, de una obstrucción en las fosas nasales. Ambas características son del síndrome de las vías respiratorias de los perros que tienen la nariz corta y la cara plana.

Ambas razas son propensas a sufrir del trastorno del párpado que provoca su curvatura hacia el interior del ojo, por lo tanto, se pueden producir irritaciones y pequeñas heridas, debido al roce de las pestañas con la retina. Asimismo, pueden sufrir del efecto contario: el párpado se gira hacia afuera del ojo, lo que provoca infecciones oculares, ya que queda expuesto en su totalidad.

Gracias a su pelaje, los bulldogs son propensos a sufrir dermatitis. Los perros con un mayor número de arrugas padecen con frecuencia este tipo de enfermedad. Es una irritación en la piel que suele aparecer en la zona de las arrugas cuando la mascota pierde defensas.

Para este aspecto te recomendamos lo siguiente:

  1. Alimenta a tu bulldog con alimentos especiales para perros de pieles sensibles, disponible aquí.
  2. Refuerza la barrera protectora natural. Trata de suministrarle suplementos ricos en ácidos grasos, que suelen estar disponibles en cápsulas. Es fundamental que tengas la autorización de tu veterinario para suministrar cualquier tipo de sustancia o alimento.
  3. Revisa regularmente la piel y las orejas de tu bulldog para anticiparte al problema.
  4. Controla los parásitos externos. Cuídalo de las pulgas u otros insectos que le provoquen rasquiña y se lastime.

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