La coprofagia es la ingestión voluntaria de heces por parte de cierto tipos de animales. En la naturaleza hay muchas especies que tienen este comportamiento pero los mas reconocidos por hacerlo son los perros.
No existe una razón única que explique esta conducta, puede ser por deficiencias nutritivas en la alimentación o situaciones psicológicas en las que está sometido el perro en su día a día.
Deficiencias nutritivas:
Existes dos posibilidades en las deficiencias nutritivas, se pueden dar porque no se le está proporcionando un alimento para sus requerimientos calóricos con suficientes vitaminas y minerales o porque la mascota no asimila estos nutrientes de manera correcta porque no produce las suficientes encimas, por algún problema intestinal que haya tenido en el pasado o por enfermedades que tenga en la actualidad como una diabetes.
Por comportamiento:
En el comportamiento hay un sinfín de posibilidades, la manera de encontrar cuál es la razón comportamental de tu perro es analizando en su día a día las siguientes situaciones:
-Evita el castigo: si regañas a tu perro constantemente porque hace popó por toda la casa, él va a entender que hacer popó está mal y se lo va a comer para tratar de esconderlo. Si lo que deseas es que lo haga en un lugar específico a la hora de la corrección debes mostrarle donde sí lo puede hacer y premiarlo cada vez que lo haga allí.
-Aprendizaje de la madre: las madres ingieren las heces de sus espacios para mantener el espacio limpio para sus cachorros, si el perro vivió durante un largo tiempo con la madre y percibió este comportamiento, comenzará a imitarla.
–Estrés y ansiedad: si la mascota permanece mucho tiempo sola en la casa o incluso si con compañía no se le dedica un buen tiempo para jugar y socializar, tratará de llamar la atención por medio de la ingesta de popó. Si se somete a cambios en su rutina o en el ambiente en el que socializa también se someterá a un estrés que puede llevarlo a este tipo de comportamientos.
Si el comportamiento se está presentando en tu perro cachorro, lo más probable es que desaparezca alrededor de los nueve meses de edad. Ahora bien, si el perro es adulto y es una conducta repetitiva sería necesario que fuera revisado por un médico veterinario que determine si la razón del comportamiento es por deficiencias de minerales, vitaminas, enzimas o si es algo psicógico.