Los gatos son animales que por naturaleza son muy aseados, a ellos no hay que entrenarlos para que hagan sus necesidades en los areneros. Como ellos aprenden a ir solos, a nosotros nos corresponde la parte de la limpieza y aseo de sus areneras.
A parte de encargarnos de limpiar diariamente las areneras, también tenemos el compromiso de escoger una arena que supla las necesidades tanto de nuestro gato como las nuestras. Primero que todo que sea una arena que no deje malos olores y podamos limpiar con facilidad.
Los felinos son territoriales por naturaleza, por lo tanto no se sienten cómodos haciendo sus necesidades en cualquier parte. Por eso es fundamental poner a su disposición una bandeja sanitaria con una buena arena para otorgarles bienestar y al mismo tiempo ser solidarios con el medio ambiente.
La calidad de la arena es muy importante. Si nos basamos en el precio debemos tener en cuenta que las de menor costo son las que menos beneficios tienen. Debido a que hay que cambiarlas con mayor frecuencia, puesto que su nivel de absorción no es alto.
Tipos de arenas
No aglomerante: Esta suele ser la más barata y por lo general ensucia las patas de tu gato, no absorbe olores y se convierte en lodo cuando tu gato hace sus necesidades.
Aglomerantes: Este tipo de arenas son de un mineral llamado bentonita. Atrapan las evacuaciones de tu mascota y lo hace fácil de limpiar, hay algunas que vienen aromatizadas y tienden a soltar polvo.
Silice: Las perlas de silice son las que más rinden de todas y las que no sueltan polvo. Sin embargo, también son las más rechazadas por los gatos, aparte de que son algo costosas.
Biodegradables: Son residuos de origen vegetal (papel aserrín, entre otros). Se pueden tirar por el excusado.
Existen arenas de muy buena calidad que tienen la capacidad de encapsular los malos olores de manera constante, aunque hay marcas de arenas que prometen eliminar de manera radical los malos olores esto no es del todo cierto, es más que todo una estrategia de mercadeo.
Lo cierto es que el material viene impregnado con fragancias que tratan de esconder los olores orgánicos del arenero más no los elimina. Lo ideal es que las arenas no tengan ningún olor dominante ya que estos pueden generar irritación en nuestros gatos.
¿Dónde poner el arenero de tu gato?
Para que tu gato haga sus necesidades sin ninguna preocupación, el arenero debe estar situado en un lugar tranquilo y accesible, donde tu michi pueda tener intimidad y calma. Si el sitio donde vas a poner la bandeja está expuesto, tu gato buscará otras alternativas.
El gato es obsesivo por la limpieza y esto implica que no lo vean hacer sus necesidades, si lo expones, él se sentirá vulnerado y no querrá hacer uso de su arenero. Procura tampoco colocarlo en lugares con demasiado ruido, como cerca de la lavadora.
Lo mejor es ponerlo en una esquina, lejos de la cocina, por donde no pase nadie y tu gato se sienta tranquilo y pueda manejar su entorno mientras hace sus necesidades.
¿Con qué frecuencia debes limpiar el arenero de tu gato?
Lo más recomendable es limpiar el arenero cada dos días totalmente y rellenarlo con arena limpia y nueva diariamente, una vez hayas retirado las heces y la acumulación de orina. Para el lavado de la bandeja se recomienda usar un detergente suave y agua caliente.
No es beneficioso usar desinfectantes de los que enturbian el agua porque contienen fenoles, que son tóxicos para los gatos. Los que están aprendiendo a usar el arenero necesitan establecerlo como un lugar conveniente para ellos hacer sus necesidades y una limpieza habitual puede desorientarlos.