Cuando llegan cachorros a una casa, surgen muchas preguntas sobre cómo manejar la convivencia con otros perros, especialmente con el macho. Una de las más comunes es: hay que separar al perro macho de las crías. La respuesta dependerá de varios factores, como el comportamiento del macho, la dinámica con la madre y la edad de los cachorros. En este artículo, exploramos esta situación en detalle para ayudarte a tomar la mejor decisión.
El instinto del perro macho y las crías
Contrario a lo que ocurre con muchas especies animales, los perros machos no tienen un papel activo en el cuidado de las crías. No sienten un vínculo paternal hacia los cachorros y sus interacciones pueden variar desde la curiosidad hasta la indiferencia.
Razones para separar al perro macho
- Evitar estrés en la madre:
La perra puede sentirse ansiosa o agresiva si percibe al macho como una amenaza para sus cachorros, incluso si él no tiene intención de dañarlos. - Comportamientos impredecibles:
Algunos machos pueden actuar de forma brusca o intentar jugar con los cachorros sin entender que son frágiles. Esto podría provocar accidentes. - Evitar conflictos:
Si la madre se siente muy protectora, podría volverse agresiva hacia el macho, lo que generaría un ambiente tenso y peligroso para los cachorros.
¿Cuándo puede el macho estar cerca de las crías?
En algunos casos, es posible que el macho conviva con las crías, siempre bajo supervisión. Aquí hay algunas pautas a seguir:
- Edad de los cachorros:
Durante las primeras semanas, es mejor limitar las interacciones para garantizar la tranquilidad de la madre y la seguridad de las crías. - Temperamento del macho:
Si el perro macho tiene un comportamiento tranquilo, respetuoso y está acostumbrado a convivir con otros animales, las interacciones podrían ser positivas. - Supervisión constante:
Nunca dejes al macho solo con los cachorros, especialmente si son muy pequeños.
Beneficios de la introducción gradual
Si decides permitir el contacto entre el macho y las crías, hacerlo gradualmente puede ser beneficioso para establecer una relación positiva. Esto puede ayudar a socializar a los cachorros y a reducir posibles tensiones en el hogar.
Cómo hacerlo:
- Primero, permite que el macho observe a los cachorros desde lejos. Esto le ayudará a familiarizarse con los nuevos integrantes de la familia.
- Introduce el contacto directo bajo supervisión: Asegúrate de que la madre esté cómoda y observa las reacciones del macho.
- Limita el tiempo de interacción: Empieza con periodos cortos y aumenta el tiempo a medida que todos se sientan cómodos.
Señales de alerta
Si decides permitir que el macho interactúe con las crías, presta atención a estas señales que indican que la situación no es segura:
- Agresividad del macho: Gruñidos, posturas rígidas o intentos de morder.
- Ansiedad de la madre: Nerviosismo, ladridos excesivos o intentos de proteger a los cachorros de forma agresiva.
- Conductas bruscas: Juegos demasiado intensos que puedan lastimar a los cachorros.
En caso de observar cualquiera de estas señales, separa al macho de inmediato y consulta a un profesional si es necesario.
Aunque no es estrictamente necesario separar al perro macho de las crías en todos los casos, es fundamental priorizar el bienestar de la madre y los cachorros. Evalúa el comportamiento de tu perro macho, supervisa las interacciones y asegúrate de que el ambiente sea tranquilo y seguro para todos los miembros de la familia.
Si tienes dudas específicas sobre la convivencia, no dudes en consultar a un veterinario o etólogo canino. Cada caso es único, y un experto podrá guiarte hacia la mejor decisión para tu hogar y tus mascotas.
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