Consejos

¿Debo meter a mi perro a la piscina?

El tiempo de calidad con nuestro peludo es fundamental. Puedes que a tu perro le encante el agua y quiere compartir los espacios de piscina contigo y, en algún momento, te preguntarás: ¿Debo meter a mi perro a la piscina? Aquí te resolveremos esa duda, además, de darte algunos consejos sobre el tema.

Cabe aclarar que las piscinas tienen diferentes químicos que puedes ser nocivos para la salud de nuestra mascota, pues causan irritaciones en la piel, náuseas, vómito o conjuntivitis. Los expertos afirman que, por lo general, estos malestares aparecen cuando no se espera la cantidad acertada de tiempo después de echar las sustancias del respectivo mantenimiento.

Ya después de enfatizar en los posibles percances que se pueden presentar; te sonará extraño, pero sí puedes meter a tu perro a la piscina; siempre y cuando, tengas en cuenta los aspectos que mencionamos y mencionaremos.

Recuerda que nuestros peludos también son propensos a quemarse e insolarse, por lo tanto, usa protector solar especializado para mascotas. Ten mucho cuidado con esto, si tu amigo de 4 patas es albino, de pelaje claro o tiene zonas sin pelo; para ellos puede ser mucho más riesgoso este factor.

Fíjate en los accesos y salidas de la piscina. Se recomienda que la piscina tenga varios niveles o tenga alguna escalera que le facilite a nuestro peludo salir sin ayuda. De este modo, se evitan accidentes fatales.

Ten especial cuidado con las abejas y avispas. Alrededor de la piscina siempre están estos animales, debemos estar pendientes de cualquier ataque que pueda recibir nuestro perro por parte de ellas, ya que pueden causar inflamaciones o infecciones, si son alérgicos.

Es fundamental que les des una ducha después de la piscina, así evitas irritaciones en la piel, ya que le quitas los restos de químicos. Debe ser con champú.

Seca bien sus orejas. Recomendamos que uses tela de algodón esterilizada o algún tipo de gasa. Asegúrate que queden totalmente secas para evitar una infección o un hongo en las orejas. Si tu perro es de orejas largas y grandes, debes estar mucho más pendiente de la situación.

No recomendamos para nada los cachorros en las piscinas. Los peluditos de temprana edad apenas tienen defensas y sus esquemas de vacunación suelen estar incompletos. Es mejor esperar un tiempo para que no se expongan a las bacterias y adquieran enfermedades con mayor facilidad.

Otra recomendación que te damos es que, si tu perro no le gusta el agua, no lo obligues a nadar. La idea de este espacio es que sea recreativo y no traumático. Puede desarrollar comportamientos agresivos al obligarlo a hacer actividades que le producen inseguridad.

Por último y, quizás, de lo más importante. Sumergir al perro siempre en compañía. Es una forma de garantizar la seguridad del peludo. En ocasiones, pueden llegar a agotarse y hundirse, debe estar alguien presente para que lo ayude. Además, así supervisas que no beba agua de la piscina y se intoxiqué.

Por otro lado, mantén su tazón de agua cerca de la piscina para que no vea la necesidad de alimentarse de ella.

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