“Le dolía mucho, así que le di medio ibuprofeno”. Esta frase se escucha con frecuencia en clínicas veterinarias… y, lamentablemente, muchas veces termina con una emergencia.
La automedicación en mascotas es una práctica común y peligrosa. Aunque perros y gatos compartan vida con los humanos, su metabolismo es distinto. Un medicamento seguro para ti puede ser mortal para ellos.

Este artículo te explica con claridad:
- Por qué no debes usar medicamentos humanos en perros y gatos.
- Qué fármacos son más peligrosos.
- Qué alternativas seguras existen para cuidar su salud.
¿Por qué es tan riesgoso dar medicamentos humanos a mascotas?
- Metabolismo diferente: gatos, por ejemplo, carecen de enzimas para procesar compuestos como el paracetamol.
- Dosis mínimas, efectos graves: un perro de 10 kg no tolera la misma dosis que un humano de 70 kg.
- Órganos vulnerables: hígado y riñones se sobrecargan con facilidad, generando daño irreversible.
- Síntomas engañosos: lo que parece dolor leve puede ser un problema mayor (infecciones, intoxicaciones, fracturas).
La consecuencia más común: intoxicaciones agudas que ponen en riesgo la vida.

Medicamentos humanos más peligrosos para perros y gatos
- Paracetamol (acetaminofén): altamente tóxico en gatos; daña hígado y glóbulos rojos.
- Ibuprofeno y naproxeno: provocan úlceras, sangrado gastrointestinal y fallo renal en ambas especies.
- Aspirina: riesgo de hemorragias internas; solo bajo supervisión veterinaria.
- Antibióticos de uso humano: algunos generan resistencia bacteriana o reacciones graves.
- Ansiolíticos y antidepresivos: alteran el sistema nervioso y pueden causar convulsiones o coma.
¿Qué hacer en lugar de automedicar?
- Consulta siempre al veterinario. Cada especie, edad y condición de salud necesita un tratamiento diferente.
- Ten un botiquín veterinario en casa. Con productos específicos para mascotas (antisépticos, epitelizantes, antiparasitarios).
- Pregunta antes de actuar. Llamar a una clínica puede salvar la vida de tu compañero.

Consecuencias de la automedicación
- Intoxicaciones graves que requieren hospitalización.
- Daño irreversible en hígado, riñones o sistema nervioso.
- Pérdida de tiempo valioso para un diagnóstico correcto.
- En casos extremos: la muerte del animal.
Dar medicamentos humanos a tu perro o gato no es un acto de amor: es un riesgo.
La automedicación en mascotas sigue siendo una de las causas más comunes de urgencias veterinarias, y lo mejor que puedes hacer por tu compañero es buscar atención profesional.
Ten siempre a mano un botiquín veterinario, mantén contacto con tu clínica de confianza y recuerda: lo que es seguro para ti puede ser veneno para ellos.
También te puede interesar: El impacto de la automedicación en animales de compañía y mascotas